Todo el mundo tiene algo que ocultar (menos mi mono y yo)
24jun2009 Publicado por La Runfla en 18:43
La campaña está haciendo su sprint final. El fin de semana será largo y el domingo probablemente al mediodía ya nos parezca infinito.
Y si bien aún no conocemos el esperado "veredicto de las urnas", se me ocurre que estos días han sido una especie de gran juego a las escondidas donde todos los candidatos locales evitaron hacernos saber qué piensan y trataron de ocultar algo de su pasado.
Acastello, aspirante a Senador nacional por Villa María, trató de que nadie se diera cuenta que él es el candidato de Cristina; pero además escondió bajo cuatro llaves su pasado como ministro y aliado de De la Sota.
Mondino supo tapar su vieja sociedad con el Chiche Araoz y sus vinculaciones con Duhalde, borró del disco duro todos los negociados que hizo en su momento con el Gallego y se presentó casi como si fuera algo nuevo... tan nuevo que tuvo que bancarse que varios de su propio partido lo desconocieran.
Mestre y Aguad: Se despegaron de las anteriores gestiones radicales como si estuvieran hechos de teflón. Ningún periodista jamás los asoció con Angeloz, con la quiebra del Banco Social, con el cierre de escuelas rurales o la clausura de la Casa Cuna. Además, Mestre hijo, hizo retirar sus fotos fiesteras en revistas fashion de la internet y Aguad convocó al diálogo mientras se olvidaba de cuando nos hacía callar a todos a fuerza de gases y Yanicellis.
Y Luisito Juez... de arranque nomás escondió a su primer candidato a Diputado Nacional, -Gumersindo Alonso- a quien nadie vió en la Capital, ni siquiera de casualidad. Además el ex intendente también escatimó de nuevo su empleo a cuenta y orden de Cavallo, su giro rutilante a la derecha y su notoria incapacidad para sostener sociedades políticas. Sin hablar de las fallas que le achacan a su gestión.
Todos tienen (¿tenemos?) algún muerto en un placard; algo de su pasado que los (¿nos?) condena. El domingo veremos cuál de esos placares quiere abrir la gente al votar.
Y si bien aún no conocemos el esperado "veredicto de las urnas", se me ocurre que estos días han sido una especie de gran juego a las escondidas donde todos los candidatos locales evitaron hacernos saber qué piensan y trataron de ocultar algo de su pasado.
Acastello, aspirante a Senador nacional por Villa María, trató de que nadie se diera cuenta que él es el candidato de Cristina; pero además escondió bajo cuatro llaves su pasado como ministro y aliado de De la Sota.
Mondino supo tapar su vieja sociedad con el Chiche Araoz y sus vinculaciones con Duhalde, borró del disco duro todos los negociados que hizo en su momento con el Gallego y se presentó casi como si fuera algo nuevo... tan nuevo que tuvo que bancarse que varios de su propio partido lo desconocieran.
Mestre y Aguad: Se despegaron de las anteriores gestiones radicales como si estuvieran hechos de teflón. Ningún periodista jamás los asoció con Angeloz, con la quiebra del Banco Social, con el cierre de escuelas rurales o la clausura de la Casa Cuna. Además, Mestre hijo, hizo retirar sus fotos fiesteras en revistas fashion de la internet y Aguad convocó al diálogo mientras se olvidaba de cuando nos hacía callar a todos a fuerza de gases y Yanicellis.
Y Luisito Juez... de arranque nomás escondió a su primer candidato a Diputado Nacional, -Gumersindo Alonso- a quien nadie vió en la Capital, ni siquiera de casualidad. Además el ex intendente también escatimó de nuevo su empleo a cuenta y orden de Cavallo, su giro rutilante a la derecha y su notoria incapacidad para sostener sociedades políticas. Sin hablar de las fallas que le achacan a su gestión.
Todos tienen (¿tenemos?) algún muerto en un placard; algo de su pasado que los (¿nos?) condena. El domingo veremos cuál de esos placares quiere abrir la gente al votar.
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